Cuantas veces no me pasa
que con el tiempo
se deforma la costumbre
se riega la constancia
y no hay manera
de que lo antes expuesto
se muestre nuevo.
Bajo por el mismo ducto
que anestesia a los corderos
que sosiega a los caballos
cubriéndome de paja
viendo sombras en la cueva
comiendo tierra
sangrando lágrimas.
Cuantas veces no me pasa
pero esta vez es peor
porque con el golpe me duermen
para no tener tiempo
para ser un esclavo.
¡Dale gracias por lo poco!
Me gritan todos los días
pero no es por eso el enojo
si hago poco a lo poco me aferro
pero si en lo mucho hecho
poco progreso;
no es avaricia
ni orgullo lo que alego
es lo justo lo que reniego
porque si a diez comí
a diez pagaré.
Cuantas veces no me ha pasado
que me alejo del camino
pero es a propio paso;
hoy es a estirón
por amenaza
por miserias.