Desde que a tu ser
tengo mucha conexión
no hay manera conveniente
de que te borre de la mente.
Vaya amores los que me he topado
que me destripan
que me destazan
que no me dejan mucho.
No importa lo malo
o lo bueno;
lo interesante es
que en tu pecho
tengo consuelo.
Amor, mi dirección
está en tu cabello,
por donde bajan mis deseos
de quererte conmigo;
no atada a mi brazo
sino libre y conectados.
Soy desviado
a cada rato;
contando los azulejos
despacio me alejo.
No porque te desprecio
sino por la eterna duda
que siembra el tiempo
que alguien a lo lejos
sólo ama más
que en secreto.
Pero regreso;
sin desespero
y muy contento
a lo que yo llamo
el eterno cielo.
Amor, cariño, mi dirección
siempre estará contigo
donde el amor y el dolor
alberga sin guerra,
donde lo blanco y lo negro
contrastan con la niebla.