Sí hay solución
que entre dichos
me dijeron que el dolor
no es más que una composición
y que con medicamentos
desaparece sin decir adiós.
Dolor
¿dolor?
Que, aunque en estos años
tuve golpes con tremendos daños
me hacen dudar y con reclamos
que el dolor aun no
me visita con su verdadero
corazón destapado.
Me quejo y me quejo
¡que el amor a mí no genero!
¡Que el dinero!
¡Que los deseos!
Eso, no es más que juego
porque cuando el dolor
vengas sin aviso
no tendré más remedio
que buscar la muerte para mi consuelo.
Pero me dijeron que el dolor
no es más que una composición
y que con medicamentos
desaparece sin decir adiós.
Quizá sólo sean palabras de mentiroso
para maquillar que el dolor
lo castiga sin reposo.
He querido alentarlo
a la partida de mi camino;
pero veo en él
aunque sea un residuo
aquello que en tecnicismo
es mi lado creativo.
¿Medicamentos?
Los querré cuando:
la muerte me lleve en los brazos
y sienta el calor
que la vida nunca me dio.